Me gustaría compartir mi historial de dietas, nutriólogos, ejercicio sin resultado hasta que mi prima me contó su historia de pérdida de peso de más de 50 libras. Ese día decidí dejar los carbohidratos y el azúcar e iniciar una nueva forma de vida, tengo 35 años, mido 169 cm (5’4 “) y soy mexicana.
La primera vez que comencé a hacer dieta tenía unos 20 años, después de qué escuché, que alguien comento que estaba pasada de peso, por esos días estudiaba la Universidad y el estrés, las tareas, los proyectos eran tantos que me refugiaba en la comida, es decir, comía por emociones.
Desde entonces siembre he estado a dieta y he probado diferentes. Desde la dieta Paleo donde comes carne, pescado, verduras, frutas, frutos secos y raíces hasta dietas de restricción calórica, dietas con jugos naturales, licuados de Herbalife y dietas bajas en grasa.
La última dieta que intente fue con una nutrióloga que me dio un plan alimenticio, estricto y exacto de lo que debía comer cada tres horas, lo hice un par de meses y baje 4 libras, después una amiga me conto de un plan de alimentación por internet lo lleve a cabo por unas semanas y deserté.
Demasiadas dietas e intentos, siempre me ha gustado hacer ejercicio, juego voleibol y voy al gimnasio regularmente pero al final nunca logré mantener el peso o perder peso en áreas específicas. Mis brazos, estómago, y particularmente la ruedita que se forma en la cintura, siempre han sido un gran problema.
No importaba cuánto me esforzara, nunca perdía mucho peso en esas áreas. Y siempre era la primera parte donde ganaba peso al dejar la dieta. Todo el tiempo tratando de esconder las libras de más, usando ropa negra, blusas sueltas y en las fotos escondiéndome detrás de otros, me sentía una profesional ocultando mi gordura. Que ilusa fui, la verdad es que no era feliz ni me gustaba lo que miraba en el espejo, pues eso es una tortura diaria.
Sin embargo, a principios de 2018 llegué a pesar 203 libras y a usar XXL de blusa y pantalón 16 lo que de verdad me alarmó. Fue eso, junto con el dolor emocional lo que me hizo saber que debía hacer un esfuerzo para por fin bajar de peso. Tenía unas ganas de verme y sentirme bien y dejar de soñar con ponerme ropa entallada y que mi vida fuera distinta.
Mi prima me motivo, me dio las bases de la dieta cetogénica (Keto diet) baja en carbohidratos, no azúcar y alta en grasas, entonces ella me paso algunos videos e información, con eso comencé. Investigue en diferentes sitios, empecé a leer sobre la forma de comer, las recetas y obtener conocimientos sobre los alimentos que contienen carbohidratos, que es casi todo, compre libros y puse manos a la obra.
Y te comparto lo que encontré en el sitio web dietdoctor.com el nombre “dieta cetogénica” tiene su origen en que la dieta causa la producción de pequeñas moléculas de energía que se llaman “cetonas” o “cuerpos cetónicos”.
Las cetonas se producen cuando comes muy pocos carbohidratos (los cuales se descomponen muy rápidamente en azúcar sanguínea) y solamente cantidades moderadas de proteína (el exceso de proteína también se puede convertir en azúcar sanguínea). Para alcanzar la cetosis, lo más importable es evitar comer la mayoría de los carbohidratos. Es probable que tengas que mantener tu consumo de carbohidratos por debajo de 50 gramos netos al día.
Esa tarde llegue a mi casa y le dije a mi familia sobre la dieta, debía desarme de cualquier tentación que estuviera en mi alacena o refrigerador, regale y done los costales de frijol y arroz con dolor en el corazón me despedí del pan, galletas y harinas.
Así fue la manera en que comencé a dejar de comer carbohidratos eso significo las tortillas, arroz, pastas, pasteles, chocolates, papas, etc. y la azúcar en todas sus presentaciones. Después de un mes baje 10 libras. Mis brazos estaban un poco menos gordos, pero aún no habían cambiado mucho.
Con cuatro meses siguiendo la dieta empecé a bajar de peso de una forma tan fácil que no podía creer lo que veía cada día cuando me subía a la báscula.
¡En total he bajado 20 libras!, mucha gente se sorprendió cuando, por primera vez, me puse una blusa entallada o cuando los cachetes desaparecieron. Recibí muchísimos cumplidos y puedo decirte que nunca me sentí tan feliz.
Ahora peso 183 libras, aún me falta para llegar a mi meta pero es un proceso de esfuerzo disciplina y paciencia. Me visto como siempre me ha gustado, ya no tengo que preocuparme si me queda bien, ¡porque por primera vez en mi vida me queda bien! Estoy usando talla M en blusa y pantalón 9, me veo en el espejo y me gusta mi reflejo, mi piel luce mejor, al igual que mi cabello y me siento muy bien.
Fuerza de voluntad: la clave para cambiar un hábito, trabajo personal, motivación, no auto enjuiciarse.